La gobernadora demócrata de Nueva York, Kathy Hochul, quien accedió al cargo en 2021 tras la renuncia de Andrew Cuomo, consiguió mantenerse en el puesto al derrotar al republicano Lee Zeldin. También lo hizo la gobernadora de Maine, Janet Mills, y los demócratas Josh Green en Hawái y Tim Walz en Minnesota

Los resultados de las elecciones de medio mandato celebradas en Estados Unidos dejan aún en el aire el control del Senado y del Congreso, en una jornada electoral en la que el Partido Republicano, que partía como gran favorito, quedó por debajo de las expectativas. En una elecciones críticas para la presidencia de Joe Biden, la ola republicana que había prometido el ex presidente Donald Trump se diluye. Los recuentos apuntan a una ligera ventaja de los republicanos en el Congreso, que aún puede tardar tiempo en decidirse, mientras el Senado está aún por decidirse.

Las encuestas apuntaban a un resultado reñido, como el que se está dando, pero quedaban dudas: por un lado, sobre el acierto de las encuestas en los resultados realesy, segundo, si el descontento de la población por la inflación desbocada se dejaría sentir en las urnas. Los analistas situaban a los republicanos en mejor situación, puesto que es habitual en EE UU que el partido de la oposición al presidente consiga avances en los comicios de medio mandato, y aunque la victoria aún podría decantarse del lado republicano, en ningún caso será por un margen aplastante.

Con el escrutinio ya avanzado en la mayoría de estados del país, de los 435 escaños que renovaban en el Congreso, los republicanos se habrían asegurado 195 y los demócratas, 167, ambos por debajo de la mayoría de 218 necesaria para controlar la Cámara de Representantes. Aún quedan 73 por decidir.

Aunque los republicanos seguían siendo favoritos para el control de la Cámara de Representantes,  los números están aún por decidirse. Según los expertos podrían pasar días hasta que haya suficiente información conformar que los republicanos obtuvieron el control de la cámara. Los republicanos aún están a 22 escaños de distancia del control, y muchos de los escaños que necesitan se deciden en estados occidentales, que sueñen ser de recuento lento. Según un análisis de Reuters, solo 13 de los 53 escaños con mayor competencia se han decidido ya, lo que aumenta la posibilidad de que el resultado final tarde en confirmarse.

En el Senado, ambos partidos se encuentran prácticamente empatados con 48 senadores para el Partido Demócrata y 47 para el Republicano, con 5 escaños todavía en juego, algunos de ellos en estados clave. La reñida victoria del vicegobernador de Pensilvania, John Fetterman, sobre el célebre médico Mehmet Oz ha hecho que un escaño de esta cámara pasara de republicano a demócrata, reforzando las posibilidades del partido demócrata de mantener el control.

En un sistema presidencial como el de Estados Unidos, el Ejecutivo y el Legislativo pueden estar controlados por partidos distintos, por lo que el actual presidente, el demócrata Joe Biden, necesita que su formación mantenga el control al menos de una de las dos cámaras si quiere seguir avanzando en sus objetivos políticos durante los próximos dos años de mandato.

El partido que ocupa la Casa Blanca casi siempre pierde escaños en las elecciones a mitad del primer mandato, y Biden ha luchado con una baja aprobación pública durante más de un año. Ahora se enfrenta además a una situación económica complicada, con elevada inflación y perspectivas de recesión económica.

Elecciones a gobernador En la jornada electoral también se decide 36 carreras a gobernador. Los demócratas arrebataron a los republicanos el gobierno de dos estados, Maryland y Massachusetts, mientras Los republicanos mantuvieron, como se esperaba, grandes estados como Florida y Texas.

El demócrata Wes Moore se hizo con Maryland como primer gobernador negro del estado, tras dos mandatos bajo el republicano Larry Hogan.

Le sigue Maura Healey, la primera mujer gobernadora y abiertamente lesbiana de Massachusetts, que pone de nuevo el estado en manos de los demócratas después de dos mandatos del republicano Charlie Baker.

Florida se consolidó como bastión republicano con la reelección de su gobernador, Ron DeSantis, considerado uno de los posibles candidatos a la Presidencia por parte republicana, que ha ganado estas elecciones con holgura.

Otro conocido republicano, el gobernador de Texas, Greg Abbott, se aseguró un nuevo mandato, con el que su partido llega a los treinta años de gobierno en el estado, tras ganar al demócrata Beto O’Rourke.

Los demócratas, por su parte, conservaron los gobiernos de otros territorios importantes como California, Nueva York y Pensilvania.

En California repetirá como gobernador Gavin Newsom, mientras que Pensilvania seguirá teniendo al frente a Josh Shapiro, quien ha vencido al republicano Doug Mastriano, un negacionista electoral y aliado de Donald Trump.

La gobernadora demócrata de Nueva York, Kathy Hochul, quien accedió al cargo en 2021 tras la renuncia de Andrew Cuomo, consiguió mantenerse en el puesto al derrotar al republicano Lee Zeldin. También lo hizo la gobernadora de Maine, Janet Mills, y los demócratas Josh Green en Hawái y Tim Walz en Minnesota.

Otra de las mujeres que se ha convertido en la primera gobernadora del estado es la republicana Sarah Huckabee Sanders, exportavoz de la Casa Blanca durante el mandato de Donald Trump, que estará al frente de Arkansas.

En Georgia, el republicano Brian Kemp se mantuvo tras volver a ganar a su rival demócrata, Stacey Abrams; así como también continuaron su mandato los republicanos Kristi Noem en South Dakota y Brad Little en Idaho.

 


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