Luego relata los hechos más graves: “Ingreso a la aglomeración de los alumnos en donde todos se empujaban (por la música) y jugaban. A mí me empujaron en varias ocasiones, no recuerdo quiénes eran, pero en una ocasión caí arriba de un alumno que tenía su mochila puesta y sentí un puntazo en el costado izquierdo del tórax”.

Dice que no se dio cuenta de que se trataba de algo grave y que pensó que se había golpeado, por ejemplo, con “un llavero que el alumno tenía en su mochila. Entonces voy a la escalera y en la entrada de la escalera me topé con un amigo que estaba cerca de donde me pasó esto, quien me dice que tenía manchado con sangre mi polerón. Me toqué el estómago y tenía calentito y quedé con las manos llenas de sangre; me saqué el polerón y la polera y me vi mucha sangre”.

Finalmente explica que tuvo que ir a enfermería por sus “propios medios”. “Estaba muy nervioso, no recuerdo al alumno con el que caí”, concluyó

Varias dificultades tuvieron que enfrentar Carabineros y la Fiscalía Metropolitana Centro Norte para realizar diligencias en el caso del menor apuñalado en el Instituto Nacional esta semana. Entre los uniformados y los persecutores se comenta la “crisis de seguridad” que se vive en los liceos.

Una de las medidas más importante en las investigaciones de este tipo es el aseguramiento del sitio del suceso para resguardar las pruebas, dicen desde Carabineros. Así, cuando funcionarios de la policía uniformada se disponía a realizar las primeras pesquisas en el liceo emblemático, los alumnos no los dejaron entrar , explican quienes estuvieron ahí.

Ante ese escenario, se solicitó a la fiscalía, casi de forma inédita en una investigación de este tipo, que gestionara el apoyo de personal de control de orden público para poder levantar las evidencias antes que se perdieran o se contaminaran.

En la policía uniformada comentan sobre el “olor a bencina” que siente cada vez que entran a recintos educacionales producto de los desórdenes, y hablan de la falta de “dirección” de los adultos a cargo, sin controles en ingresos, ni prohibición en la tenencia de elementos peligrosos, lo que termina “desprotegiendo al resto del alumnado”. “Quedé con las manos llenas de sangre” En la investigación consta el testimonio de la víctima, un estudiante que no reconoce a su agresor e incluso si es que hubo o no un cuchillo.

Explica que cerca de las 15:30 horas del miércoles se encontraba en el colegio donde se realizaba una actividad con profesores y que estaba tocando una “banda de metal”. Añade que estaba jugando con unos amigos en la escalera del recinto, pero que decidió bajar al patio y se separó de sus compañeros.

Luego relata los hechos más graves: “Ingreso a la aglomeración de los alumnos en donde todos se empujaban (por la música) y jugaban. A mí me empujaron en varias ocasiones, no recuerdo quiénes eran, pero en una ocasión caí arriba de un alumno que tenía su mochila puesta y sentí un puntazo en el costado izquierdo del tórax”.

Dice que no se dio cuenta de que se trataba de algo grave y que pensó que se había golpeado, por ejemplo, con “un llavero que el alumno tenía en su mochila. Entonces voy a la escalera y en la entrada de la escalera me topé con un amigo que estaba cerca de donde me pasó esto, quien me dice que tenía manchado con sangre mi polerón. Me toqué el estómago y tenía calentito y quedé con las manos llenas de sangre; me saqué el polerón y la polera y me vi mucha sangre”.

Finalmente explica que tuvo que ir a enfermería por sus “propios medios”. “Estaba muy nervioso, no recuerdo al alumno con el que caí”, concluyó.

Profesor: “Desconozco qué persona fue”

Quienes conocen detalles de la indagatoria explican que se han encontrado con la dificultad de que los testigos del hecho evitan dar detalles y que, hasta el momento, nadie identifica al agresor.

Uno de las primeras declaraciones que consta en la carpeta de investigación es la de un docente del recinto. “Conforme al agresor puedo señalar que desconozco qué persona fue” , señaló.

Y agregó que “estudiantes y docentes me hacen entrega de un arma corto punzante, tipo cuchillo, la cual fue encontrada escondida tras una reja al interior del establecimiento y asimismo hago su entrega voluntaria”.

Medidas en el lugar

Carabineros está a la espera de posibles medidas que se puedan adoptar en los próximos días para la recuperación de espacios en los liceos. Tal como ocurrió, dicen con el barrio Meiggs o el metro, pero con apoyo de la autoridad administrativa.

Mientras que la Fiscalía Metropolitana Centro Norte concentra en un foco las causas más graves contra los overoles blancos detrás de múltiples incendios y los adultos responsables en estos casos. ¿Encontraste algún error? Avísanos