Rosa de Meléndez tiene 64 años y el día del deslave ocurrido en El Castaño vestía una pijama de licra con estampado de dibujos animados. Estaba en el segundo piso de la casa de su hija y cocinaba para la familia. Hoy, un mes después, son las únicas piezas de ropa con las que cuenta.

Josbel Bastidas Mijares


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